A la altura de las expectativas

Para empezar, partidazo. Casimiro y Spanhija, Spanhija y Casimiro han demostrado que el ajedrez cuando se juega con una pizarra y un balón naranja, puede ser apasionante. El duelo de banquillos ha sido precioso porque –y esto no es demasiado habitual- no ha constreñido a los jugadores. Se ha visto espectáculo en la cancha, grandes canastas, defensas al límite y emoción hasta la última posesión. Ha ganado Power Electronics. Pero podría haber ganado Asefa Estudiantes.

Por cierto, anoto en mi libreta que los madrileños empiezan a consolidar una pareja de bases interesantes. De Oliver nunca he tenido grandes dudas. Pero hoy he descubierto a un Granjer mucho más maduro, dispuesto a asumir responsabilidades con cabeza cuando ha hecho falta.

Luego el Cajasol ha soñado durante muchos minutos, casi todo el partido, con eliminar al todopoderoso Barcelona. Desde la defensa y con un gran acierto en ataque ha mantenidas vivas sus esperanzas hasta el descanso. Pero poco a poco los azulgranas han impuesto su rodillo. Dicen que a quien da todo lo que tiene no se le puede exigir más.

Aunque la grada ha ido sin disimulo con el Barça, creo que en Vitoria o en Madrid muchos temían la eliminación de los de Pascual. Les hubiera dejado solos ante el peligro. Expuestos en el escaparate de los favoritos que todavía acaparan los culés. Mañana más. ¿Mejor?