El Caja Laboral y el Real Madrid han aceptado el envite del Barcelona. Los catalanes dieron muestras ayer de debilidad, aunque fueran mínimas y vascos y madrileños han puesto sus cartas sobre la mesa. Los de Ivanovic han mostrado su solidez como bloque pese a la baja de Splitter. Hay que recordar además que se permite el lujo de tener a dos estrellas como Oleson y Hermann muy lejos de ser lo que fueron en la liga. Pero son un equipo tan hecho y tan acostumbrado a las alturas, que no conocen el vértigo.
Por su parte, el Real Madrid ha dado un golpe sobre la mesa. Le ha ganado al DKV con sus armas. Podría pensarse que los de Messina tenían ventaja sobre todo en el juego interior. Sin embargo, la clave de la victoria hay que buscarla por fuera. La gran defensa a los exteriores verdinegros y el espectacular partido de dos verdaderos líderes como Jaric y Llul han marcado la diferencia entre ambos equipos. El italiano además ha podido reservar al tocado Bullock, a Sergi Vidal e incluso a un Velickovic superado por la situación. Sito Alonso no ha podido permitirse esos lujos con su chavalería, que merece una Matrícula de Honor.
Para las semifinales, más emociones fuertes. En Valencia y Barcelona aún tienen en la retina el triple de Rafa Martínez. En Madrid y Vitoria hace tiempo que saben que sus partidos son mucho más que 40 minutos de baloncesto.
PD: Impresionante la calma y la sangre fría de Messina, Alonso, Casimiro, Katsikaris, Pascual, Plaza y Spanhija en los tiempos muertos. ¿Ivanovic? Bien, gracias.
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