Perspectiva

"No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante". Así comienza una de las grandes novelas españolas, La Colmena. Y esa reflexión es una de las que más presente tengo siempre en mi mente. Ahora, por ejemplo, pocos minutos después de la eliminación del Madrid en la Euroliga.

Habrá quien hable de fracaso. Yo me quedo con la palabra decepción. Pero no fracaso. Porque antes de comenzar la competición el Madrid no partía -salvo forofismos patrióticos- como gran favorito. Por plantilla, estaba como mínimo un paso por detrás de los grandes de Europa. Llegar a la Final Four era un bonito sueño, pero una complicada realidad. Y ha faltado muy poco. En cinco segundos, en una mala decisión contra Maccabi en Vistalegre se pasó de tocar la gloria con los dedos, a necesitar un milagro. Y no ha podido ser.

Por mi parte no tengo nada que reprochar a este equipo. Ha luchado en todos los partidos (salvo la tarde negra en Tel Aviv) y por momentos ha hecho gran baloncesto. El próximo año habrá que volver a intentarlo, no deshacer el camino ya andado. Con más ilusión y -quizá- con menos presión. Ahora queda la ACB. Ganarla por segundo año seguido tampoco es un reto sencillo. Otro bonito sueño que aún está al alcance del equipo. De momento, el domingo, les aplaudiré desde mi asiento en Vistalegre. No es momento de bajar los brazos, sino de levantar la frente y apretar los dientes. Así que no perdamos la perspectiva.