Dicen que la mañana del domingo 23 de marzo de 2008, en el Palacio de Vistalegre se jugó un partido de baloncesto. No hagan caso. Dicen que se enfrentaban el Real Madrid y el Polaris World Murcia. No se lo crean. En realidad no hubo partido. Sólo un tapón de Pelekanos. Nadie quiso jugarlo.
Para empezar, el ambiente en las gradas era gélido en el primer partido después de la eliminación en Euroliga. Lo que pasaba en el parqué, tampoco ayudaba. Plaza no tenía ganas de hacer un quinteto y salieron a jugar Llul, Pelekanos, Smith, Iturbe y Lázaros. Ninguno tenía muchas ganas, así que se dedicaron a darle balones a Lázaros, que tampoco estaba por la labor. Smith soltó su brazo cuatro veces y acertó dos. Pero se aburrió y no siguió. Plaza sólo miraba. Y al cabo de 8 minutos se le durmió una pierna, y al cambiar de postura aprovechó para llamar a Tunceri. Por si le apetecía correr un rato. Así que el Polaris, sin saber cómo, se vio hasta 8 puntos por arriba.
Pero como ellos tampoco habían anotado este partido en sus agendas, pues a partir de ahí se echaron a dormir. Total, ya traían el pijama puesto. A Plaza le debió dar algo de vergüenza y decidió trabajar un poco. Tunceri, Bullock, Mumbrú, Hervelle y Felipe para jugar el segundo cuarto. Y como el Murcia estaba feliz con Morfeo y el marcador se arreglaba solo, pues no se molestó en hacer más cambios. Bueno, Sekulic le miró con cara de lástima y le sacó unos minutos.
A la vuelta del descanso. Perdón, a la vuelta del vestuarios -porque descanso fue todo el partido- el Madrid defendió un poco y, como para entonces el Murcia debía andar ya en mitad de la A3, pues el parcial fue de 17-4. Fueron los mejores momentos. Perdón, los menos malos. De hecho, sirvió para ver el tapón de Pelekanos y comprobar de nuevo lo poco le respetan los árbitros cuando defiende. ¡Para uno que tenía ganas de jugar!. Bueno, y Raúl. Aunque Plaza se dio cuenta de sus intenciones y apenas le puso 9 minutos. ¡Pero qué se ha creído! ¡Qué todavía está en Utah!
El último cuarto no recuerdo si se llegó a jugar. Supongo que sí. ¡Ahora que me acuerdo! Sí se jugó. Fue cuando Felipe maquilló algo sus números y cuando un árbitro pitó el último minuto y medio cojeando por la banda. Total, con una pierna era suficiente para arbitrar este partido. Incluso podría haberse ido al vestuario. El resto no se hubiera dado cuenta de que faltaba alguien.
Puedo entender que hay partidos que no apetece jugarlos. Pero, por favor, sólo pido una cosa: avisen el día antes y no salimos de casa. Seguro que el Estudiantes-Manresa ha sido más interesante. Porque lo de Vistalegre ha sido el partido que nadie quiso jugar.
Para empezar, el ambiente en las gradas era gélido en el primer partido después de la eliminación en Euroliga. Lo que pasaba en el parqué, tampoco ayudaba. Plaza no tenía ganas de hacer un quinteto y salieron a jugar Llul, Pelekanos, Smith, Iturbe y Lázaros. Ninguno tenía muchas ganas, así que se dedicaron a darle balones a Lázaros, que tampoco estaba por la labor. Smith soltó su brazo cuatro veces y acertó dos. Pero se aburrió y no siguió. Plaza sólo miraba. Y al cabo de 8 minutos se le durmió una pierna, y al cambiar de postura aprovechó para llamar a Tunceri. Por si le apetecía correr un rato. Así que el Polaris, sin saber cómo, se vio hasta 8 puntos por arriba.
Pero como ellos tampoco habían anotado este partido en sus agendas, pues a partir de ahí se echaron a dormir. Total, ya traían el pijama puesto. A Plaza le debió dar algo de vergüenza y decidió trabajar un poco. Tunceri, Bullock, Mumbrú, Hervelle y Felipe para jugar el segundo cuarto. Y como el Murcia estaba feliz con Morfeo y el marcador se arreglaba solo, pues no se molestó en hacer más cambios. Bueno, Sekulic le miró con cara de lástima y le sacó unos minutos.
A la vuelta del descanso. Perdón, a la vuelta del vestuarios -porque descanso fue todo el partido- el Madrid defendió un poco y, como para entonces el Murcia debía andar ya en mitad de la A3, pues el parcial fue de 17-4. Fueron los mejores momentos. Perdón, los menos malos. De hecho, sirvió para ver el tapón de Pelekanos y comprobar de nuevo lo poco le respetan los árbitros cuando defiende. ¡Para uno que tenía ganas de jugar!. Bueno, y Raúl. Aunque Plaza se dio cuenta de sus intenciones y apenas le puso 9 minutos. ¡Pero qué se ha creído! ¡Qué todavía está en Utah!
El último cuarto no recuerdo si se llegó a jugar. Supongo que sí. ¡Ahora que me acuerdo! Sí se jugó. Fue cuando Felipe maquilló algo sus números y cuando un árbitro pitó el último minuto y medio cojeando por la banda. Total, con una pierna era suficiente para arbitrar este partido. Incluso podría haberse ido al vestuario. El resto no se hubiera dado cuenta de que faltaba alguien.
Puedo entender que hay partidos que no apetece jugarlos. Pero, por favor, sólo pido una cosa: avisen el día antes y no salimos de casa. Seguro que el Estudiantes-Manresa ha sido más interesante. Porque lo de Vistalegre ha sido el partido que nadie quiso jugar.
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