De Atenas a Madrid

Gran partido el de anoche en Atenas. El Real Madrid rendía visita el invicto y vigente campeón Panathinaikos y salió un choque de los que enganchan desde el principio. Por su intensidad. Por su calidad. Por sus estrellas. Por su juego. Incluso por sus entrenadores y, por qué no decirlo, por determinadas decisiones arbitrales (¡esa falta en ataque a Bullock por abrir las piernas en un triple se recordará mucho tiempo!)

El Madrid buscaba algo más que un resultado que nada o casi nada cambiará de cara a la clasificación para el Top16. Necesitaba medirse a un gigante para saber cuánto le falta para pelear con garantías por su gran sueño de la Final Four en casa. Y, pese a la derrota, el balance debe ser bastante positivo. Parece que está para luchar como el que más por una de las dos plazas que parecen vacantes a día de hoy (Panathinaikos y CSKA parecen fijos salvo hecatombe). En noches como la de ayer se forjan resultados para el futuro.