15 septiembre 2007

Papaloukas

Dicen que los cracks están para eso. Para aparecer cuando más se les necesitan. Hoy lo ha hecho Papaloukas en un final de partido espectacular que ha clasificado para semifinales a Grecia. Eslovenia ha tirado el último cuarto. Han jugado como unas madres, quizá presas de la ansiedad de la inexperiencia. Y han permitido a los griegos meterse en el partido hasta ganarlo.

Al margen de los partidos, hoy me he fijado en las hinchadas de los equipos. Me quedo con la organización de los griegos (no han parado de animar a los suyos incluso cuando peor lo tenían) y las ganas de los lituanos (que parecía que jugaban en casa). Croacia apenas ha tenido seguidores, aunque se han dejado notar. Y los eslovenos, la mayoría incrustados entre los griegos, se han ganado el cariño del público. Incluida alguna ovación griega. Para el recuerdo, esa versión eslovena del clásico de Manolo Escobar: Impagable escucharles cantar ¡Qué viva Eslovenia!.





Hoy el reloj de posesión ha funcionado bien casi toda la tarde. Apenas un fallo sin mayor importancia. Pero la anécdota la han dejado las animadoras. Las Eurodance que han salido en uno de sus primeros números y, una vez colocadas en mitad de la cancha, la música no ha sonado. Muy dignas, han empezado a aplaudir al ritmo de los cánticos lituanos y se han llevado una de las mayores ovaciones de la tarde.

Mañana las semifinales. España-Grecia y Rusia-Lituania. He acertado tres de cuatro en mis pronósticos. Pero de esos haremos balance el lunes.

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