Esta última jornada de la primera fase nos ha dejado varios ejemplos interesantes de cómo perder partidos.
Serbia. Tres partidos, tres derrotas y logrará el peor resultado de su historia. Sólo comparable al 13º lugar de 1947 en Praga y al de Belgrado hace dos años. En el último partido, ante Israel la derrota se confirmó en el último minuto cuando intentaron hacer una falta para parar el reloj. Pero Radivojevic comete un error de juventud y la hace lejos del balón. Resultado: antideportiva y partido finiquitado.
Alemania. Con el liderato del grupo en juego, Lituania se marcha en el marcador con ventajas de hasta 20 puntos. En el tercer cuarto, Nowitzki tira una vez más de los suyos y logra meterles en el partido. Tanto que tienen la última posesión para forzar la prórroga. Pero en ese momento, se olvidan de Nowitzki y Okulaja se lanza sólo hacia canasta.... hasta chocar con Kaukenas. Resultado: falta en ataque y victoria lituana.
Francia. También en juego el primer puesto del grupo. Partido peleado y duro contra Eslovenia que defiende muy bien a Parker. Último minuto desastroso de Francia. Aún así, el base suma 24 puntos y tiene la última bola para ganar. Busca el triple, pero le hacen falta. Dos tiros para empatar. Parece que el héroe va a salvar a los suyos. Tira el primero. Canasta. Tira el segundo.... corto. Resultado: Parker es humano y falla cuando más fácil lo tenía.
Letonia. Dos grandes partidos le sirven para ganar a Croacia y hacer sufrir a España. Su seguidores, desplazados de forma masiva a Sevilla, viven un sueño. Portugal no parece rival. Ha perdido sin paliativos los dos primeros encuentros. Pero creen en el milagro y se distancian los 16 puntos que necesitan para meterse en octavos. Al final se conforman con la victoria y se olvidan de la diferencia. Resultado: Letonia –triple de Tomas mediante- se queda fuera cuando menos lo esperaba.
España y Grecia. Sus derrotas son diferentes y parecidas al tiempo. Para España es un toque de atención para recordarle que todos somos mortales. Para Grecia, la confirmación de que si no mejora, pese a ser campeones de Europa y subcampeones del mundo, se pueden quedar fuera de la lucha por las medallas. En ambos casos, sin embargo, siguen siendo favoritos para todo. Y Lituania y Rusia cada día asustan más.
Serbia. Tres partidos, tres derrotas y logrará el peor resultado de su historia. Sólo comparable al 13º lugar de 1947 en Praga y al de Belgrado hace dos años. En el último partido, ante Israel la derrota se confirmó en el último minuto cuando intentaron hacer una falta para parar el reloj. Pero Radivojevic comete un error de juventud y la hace lejos del balón. Resultado: antideportiva y partido finiquitado.
Alemania. Con el liderato del grupo en juego, Lituania se marcha en el marcador con ventajas de hasta 20 puntos. En el tercer cuarto, Nowitzki tira una vez más de los suyos y logra meterles en el partido. Tanto que tienen la última posesión para forzar la prórroga. Pero en ese momento, se olvidan de Nowitzki y Okulaja se lanza sólo hacia canasta.... hasta chocar con Kaukenas. Resultado: falta en ataque y victoria lituana.
Francia. También en juego el primer puesto del grupo. Partido peleado y duro contra Eslovenia que defiende muy bien a Parker. Último minuto desastroso de Francia. Aún así, el base suma 24 puntos y tiene la última bola para ganar. Busca el triple, pero le hacen falta. Dos tiros para empatar. Parece que el héroe va a salvar a los suyos. Tira el primero. Canasta. Tira el segundo.... corto. Resultado: Parker es humano y falla cuando más fácil lo tenía.
Letonia. Dos grandes partidos le sirven para ganar a Croacia y hacer sufrir a España. Su seguidores, desplazados de forma masiva a Sevilla, viven un sueño. Portugal no parece rival. Ha perdido sin paliativos los dos primeros encuentros. Pero creen en el milagro y se distancian los 16 puntos que necesitan para meterse en octavos. Al final se conforman con la victoria y se olvidan de la diferencia. Resultado: Letonia –triple de Tomas mediante- se queda fuera cuando menos lo esperaba.
España y Grecia. Sus derrotas son diferentes y parecidas al tiempo. Para España es un toque de atención para recordarle que todos somos mortales. Para Grecia, la confirmación de que si no mejora, pese a ser campeones de Europa y subcampeones del mundo, se pueden quedar fuera de la lucha por las medallas. En ambos casos, sin embargo, siguen siendo favoritos para todo. Y Lituania y Rusia cada día asustan más.
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