24 octubre 2007

Aíto

Siempre he sido admirador reconocido de Aíto García Reneses. Incluso cuando corrían malos tiempos para él en el Palau. Ahora es fácil decirlo, cuando la prensa vierte kilos y kilos de almibar sobre el técnico madrileño y el gran momento de su Joventut. Pero hay que reconocer que alguien al que sus compañeros eligen dos veces mejor técnico del año con casi 15 temporadas de diferencia, algo tiene que tener.

Lo de la Penya de esta temporada es fruto de años de trabajo incansable. Recordemos cómo estaba el equipo (y el club) cuando llegó Aíto y cómo está ahora. En ese tiempo se ha ganado la admiración y la fidelidad de su penúltimo (o antepenúltimo) pupilo: Rudy Fernández. Tanto como para pasar en Badalona el año de más que jugará en Europa antes de dar el salto NBA. Pero además ha convertido a Ricky Rubio en un hombre de 17 años. Y ha reconducido a Hernández Sonseca. Y ha sacado todo el potencial que intuimos en Jagla durante el Eurobasket. Y ha dado minutos a Pau Ribas. Y, sobre todo, ha devuelto al Joventut, a Badalona y a su afición donde merece.

¡Lástima que no jueguen Euroliga este año! Aunque si mantiene este ritmo, quizá el año que viene esté entre los mejores de Europa a través de la primera plaza de la fase regular de la ACB.

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